martes, 28 de febrero de 2017

La puesta en marcha

El 4 de Junio, día mundial de la infertilidad, tuvo lugar la Primera quedada infértil en España, organizada por infértiles y para infértiles, con la colaboración de la Asociación Red Nacional de Infértiles.

Han pasado meses desde aquel 4 de Junio. Tras algo más de un mes de preparación y organización, nos despedimos el 5 de Junio con las emociones a flor de piel y con tareas personales pendientes. No hemos olvidado lo que nos motivó a reunirnos, y es por eso que volvemos para contaros cómo fue todo y acabar lo que empezamos.

Pensábamos empezar a relatar la primera actividad, el picnic, pero en realidad la quedada empezó mucho antes…

Todo empezó como una locura que poco a poco fué tomando forma y que tras un mes a ritmo frenético, finalmente se convirtió en una realidad. 

Cuando descubrimos la existencia del día Mundial de la Infertilidad, decidimos que ese día no teníamos nada que celebrar, pero sí teníamos mucho que hacer. Podíamos poner nuestro granito de arena para que esta enfermedad, esta situación y esta lucha, deje de ser algo que tengamos que esconder, algo de lo que no se habla, algo que afecta a tantísimas parejas y que, así y todo, la gente no sabe mucho.

Queremos enseñar al mundo qué es lo que nos duele y cómo ayudarnos, porque por el momento, es lo único que está en nuestra mano.

Queremos estar ahí para las parejas que empiezan este largo camino y no saben por dónde empezar o no saben que sentirse como se sienten, es normal.

Queremos que se nos respete, que se nos entienda, se nos valore…

Os contaremos que hubo días muy duros intentando contentar a todo el mundo, pero fueron los que menos. Es cierto que tuvimos mucho estrés, que visto desde la distancia ya no parece lo mismo. Vivíamos solo para trabajar y organizar, a veces demasiado... ¡que les pregunten a nuestros maridos!

Pero hubieron muchos momentos únicos, tardes y noches de carcajadas, idas de olla que dieron lugar a las mejores ideas, y sin darnos cuenta estábamos estrechando lazos, poco a poco, emoticono a emoticono, cada risa, cada problema resuelto, cada respiración profunda y cada cabreo... hasta las lágrimas de emoción mientras escribíamos la nota de bienvenida. 

¡Y todo esto antes de la quedada!

En un primer momento, cuando fantaseábamos buscando planes para ese fin de semana, imaginamos una asistencia de 5 o 6 personas por todo lo alto. Ed, India, Martina… y alguna compi de batalla de por aquí cerquita. Con eso nosotras ya nos sentíamos más que satisfechas!! 

Pero cuando lanzamos el cartel promocional… fué demasiado.

Red Infértiles se volcó en el proyecto desde el minuto 0… Sin su colaboración esto no habría sido posible o, al menos, no hubiera salido como salió.

Los buscadores de vuelos, trenes y apartamentos, se pusieron en marcha: Menorca, Huelva, Granada, Barcelona, Murcia, Alicante… ¿Que está pasando? No es posible... Pero sí lo era… ¡Algo gordo estaba pasando! Se notó, desde el primer momento, que había ganas de actuar, ganas de compartir, ganas de reír, y ganas de rodearse de gente que con un gesto, con una palabra, te hacía sentir la persona más comprendida del mundo.

Así que cuando nos surgió quedar un día antes y, cuando en lugar de dar alojamiento en nuestras casas, encontramos la forma de pagar menos y convivir durante un fin de semana, tiramos la casa por la ventana!

Nos comprometimos a ayudar a la gente que venía de fuera en todo lo que pudiéramos, empezando por recogerlos en la estación y llevándolos a su alojamiento. Así empezó un fin de semana inolvidable.



Fue una tarde de primer contacto, de risas desde el minuto 0, de horchata y de caminatas, de trabajos de última hora y de charlas hasta las tantas alrededor de una mesa con gente que acabábamos de conocer pero con un buen rollo y una complicidad inexplicable.

Nos fuimos a dormir a regañadientes porque había que madrugar, y nerviosas por que todo saliera bien. Ya estábamos juntas, pero lo gordo empezaba en unas horas... 



Martina, India y Ed.

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